Misión de Alto Riesgo

Historias de Mar

Hace 44 años en una de las misiones más peligrosas e importante realizadas por unidades de la Armada de Chile en tiempos de paz, la barcaza “Morel”, al mando del Capitán de Corbeta, Sergio Carvajal Musso, autor de este relato,  registró para la historia el ejemplar comportamiento de la tripulación de este buque que cumplió una misión de alto riesgo, al transportar 20 mil litros de combustible a Isla de Pascua en apoyo de un avión “Hércules C–131” de la Fuerza Aérea norteamericana ,accidentado en este territorio insular.

Hace 44 años en una de las misiones más peligrosas e importante realizadas por unidades de la Armada de Chile en tiempos de paz, la barcaza “Morel”, al mando del Capitán de Corbeta, Sergio Carvajal Musso, autor de este relato,  registró para la historia el ejemplar comportamiento de la tripulación de este buque que cumplió una misión de alto riesgo, al transportar 20 mil litros de combustible a Isla de Pascua en apoyo de un avión “Hércules C–131” de la Fuerza Aérea norteamericana ,accidentado en este territorio insular. 

Ante la necesidad de transportar tal cargamento, de alto poder explosivo, en la cubierta de tanques de la unidad se acondicionaron celdas de madera para acomodar tambores de 200 litros quedando bien asegurados y sin roces metálicos; además fueron instalados rociadores individuales que debían ser activados cada dos horas por una guardia integrada por marinos chilenos y un equipo de aviadores norteamericanos que viajaban a la Isla para reacondicionar el avión. 

El accidente de la aeronave en Isla de Pascua se debió a que al disminuir sustentación en su aterrizaje en el aeródromo de Mataveri se enterró en la pista, dañándose una hélice y el motor, produciéndose un derrame de combustible y el consiguiente peligro de incendio; además para despegar nuevamente precisaba de 100 libras de malla metálica para compactar la pista. 

Finalmente, Luego de titánicos esfuerzos se lograron desembarcar materiales, combustible, mallas y repuestos, y con la ayuda de un bulldózer; la tripulación de la “Morel” y los nativos con horarios de trabajo desde las 06:00 hasta las 20:00 hrs.  se logró en tres días el despegue del Hércules en una maniobra de alta peligrosidad y de trascendencia histórica, anotada en el Bitácora Naval con Nota Sobresaliente.  

Al contactarme recientemente con el marinero Javier Urbina Chandía tripulante de la “Morel” en esa época, me confirmó que la misión fue en extremo peligrosa y que la travesía se vició en constante preocupación. 

Este es otro ejemplo del temple y capacidades de las tripulaciones de los buques de la Armada, al dar todo de sí en el servicio y apoyo a la comunidad y los necesitados. 

Por Manuel Chamorro Moreno

Suboficial (R) Armada

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