RENACER DE LA AVIACION NAVAL
Hace 65 años, el día 4 de julio de 1953, en un hecho de trascendencia histórica el Presidente de la República General don, Carlos Ibáñez del Campo firmó el Decreto con Fuerza de Ley Nº 149 con la finalidad de reactivar el servicio de Aviación Naval. Éste autorizó a la Armada de Chile para adquirir helicópteros y aviones de transportes, disponiendo que estos fueran operados y tripulados por personal naval, dándose así un gran paso institucional en sus aspiraciones de tener su propio material de vuelo de acuerdo a las exigencias de la era moderna..
De acuerdo con esta disposición el Comandante en Jefe de la Armada en esa época, Vicealmirante Francisco O”Ryan Orrego resolvió la adquisición de material de vuelo el 26 de mayo de 1954. Con un documento de esa fecha se ordenó al Jefe de la Misión Naval de Chile en Washington proceder a la adquisición de tres aviones bimotores Beechraft D18-S y tres helicópteros Bell 47-G que llegados a Chile, comenzaron a operar posteriormente, desde la Base Aeronaval de El Belloto.
En agosto de 1954 fueron designadas las dotaciones que debían traer al país los mencionados aviones denominados N-101 – N-102 y N-103 debiendo recorrer en su trayectoria unas 4.500 millas náuticas en 40 horas de vuelo aproximadamente, debiendo atravesar el Centro y Sur de Norteamérica, América Central y los países de la costa del Pacífico. El extenso viaje terminó sin novedad en el aeródromo de El Belloto el 22 de octubre de 1954. Ésta,fue una verdadera hazaña para la época.
Es así como el 26 enero de 1955 fue embarcado en el crucero “Capitán Prat” un helicóptero del tipo Bell 47-G, con el objeto de acompañar al Presidente de la República, en una gira por el norte del país, que incluyó los puertos de Arica, Iquique y Antofagasta, ciudades donde se efectuaron ejercicios demostrativo ante un entusiasta público que nunca había visto una máquina de este tipo despegando desde un buque.
Siguiendo con el itinerario de esta leyenda, el 19 de enero de 1957, la Aviación Naval chilena marca otro importante hito al embarcar un helicóptero Bell-47-G en el transporte “Angamos y posteriormente, uno en el “Piloto Pardo” que protagonizarían dos emblemáticos y riesgosos rescates en Isla Decepción en la Antártica Chilena, en los años 1967 y 1969. Estas actividades probaron la importancia e imprescindible necesidad institucional, de contar con medios aéreos de su propiedad. Del libro “La Aviación Naval de Chile” del distinguido escritor Naval, Sr Carlos Tromben C..
Atentamente.
Manuel Chamorro Moreno
Suboficial (R) Armada Santiago, 14 julio 2018