“JANEQUEO”, LONKO INDÓMITA

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Miércoles 15 de Agosto…, nubes grises tachonan el cielo, insinuando el derrame pronto de su contenido; sin embargo, por sobre el sentimiento de desolación que acompaña a los días nublados – que anuncian la inminente lluvia -, este día es especial; pues nos hace vestir de gala para conmemorar el cuadragésimo séptimo aniversario del naufragio de la escampavía ATF-65 “Janequeo”, hecho acontecido en la Caleta Lliuco, – Bahía San Pedro –  al sur de Corral.


“Janequeo” o “Yanequén; emblemático nombre de una mujer Lonko, (Jefe) de origen Mapuche-Pehuenche, que mediados del siglo XVI, cubrió de gloria a nuestros pueblos originarios, por su capacidad de liderazgo, destreza y valor a toda prueba, al dirigir a sus guerreros en contra del “Huinca”, en la incansable lucha por la libertad de sus pueblos. La llamaron “La Juana de Arcos de la Araucanía”.

Que más representativo el nombre de esta nave de nuestra Armada, en la que se vivió la vorágine de la encarnizada lucha contra los elementos, por la sobrevivencia; y, donde tras varios días de arduas maniobras, su valerosa tripulación, – en fiel cumplimiento de su deber – intentando zafar al patrullero “Leucotón” de su trampa mortal, sucumbió trágicamente ante la abrumadora potencia del temporal huracanado, que asolaba al litoral.

No obstante, pese al dolor que entristeció nuestras almas, también nos llenó de merecida gloria, porque nos proporcionó el maravilloso ejemplo de valentía, intrepidez y amor, de nuestros bizarros hombres de mar.

Cómo no sentirnos gozosos por la proeza de nuestros  “Héroes de la Paz “; Cabo Leopoldo Odger Flores y Marinero Mario Fuentealba Recabarren, que ofrendaron sus vidas en holocausto por la de sus camaradas.

Cómo no emocionarse con la valerosa actitud con que enfrentaron el aciago accidente nuestros oficiales; el CF. Sr. Claudio Hemmerdinger L., Jefe de la partida de salvataje, y el Comandante de la “Janequeo”, el CC. Sr. Marcelo Léniz B.,
  Cómo reprimir el intenso deseo de confraternizar con toda la gallarda tripulación que disputó segundo a segundo, por evitar el cruel desenlace de esta desigual contienda; resultando al final…, vencedora en honor y gloria.

A no olvidar, algunos nombres de notabilidad como el S.O. Sr. Luis Vargas Garrido, al cabo Juan Espinoza, al cabo Cornelio Andrade, al  Mr. Osvaldo Calderón, al Mr. Armando Valenzuela, el Mr. Radiotelegrafista Rigoberto Mena, el Mr. Miguel Solís Sandoval, el Mr. Williams Godoy Armijo, y, en fin…, tantos otros.

Hoy, la “Janequeo”, yace sepultada en el fondo marino; acunada en las faldas de la Roca Campanario; quien castigó duramente la osadía del navegante que aventuró en sus lindes. Cabe sí observar, que en Caleta Lliuco, casi la totalidad de sus habitantes son pescadores de origen Huilliche (gente del sur), quienes encarnan la estirpe noble del araucano; la que con tanta bravura y determinación personificó la indómita Lonko “Janequeo”.

Será que este día especial, pulsa la fibra más sensible de mi alma marinera, al recordar a nuestros camaradas náuticos ya idos; en especial el Mr. Mario Fuentealba R., quien fuera de nuestra promoción, “Contingente 59” de la Escuela de Grumetes, y con quien compartimos vivencias cuando solo tenía 16 años.
           
Nuestro homenaje sencillo, permanezca siempre vigente en el corazón de quienes, – en justicia – conmemoran el epopéyico evento acaecido en aquel trágico naufragio de la ATF-65  “Janequeo”, para que la memoria colectiva de nuestra nación y su honrosa tradición, jamás olviden.
           
“No luchar por la justicia es traicionar tu deber y tu honor;
es despreciar la virtud”
(B.Gita)

Con los ojos del espíritu me parece ver el regocijo de la Lonko “Janequeo”, que satisfecha se prosterna, por tan distinguido honor.

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