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Un experimento que sería factor decisivo en el progreso y desarrollo de las actividades navales de nuestro país, tuvo lugar el histórico 25 de noviembre de 1904 al realizarse exitosamente, por primera vez en Chile, una comunicación inalámbrica a una distancia de 50 millas entre los cruceros “Esmeralda” y “Presidente Errázuriz” de la Armada de Chile en una navegación entre Valparaíso y el Archipiélago de Juan Fernández, actividad que coronó el esfuerzo y entusiasmo con que venían trabajando en este sentido, las tripulaciones de ambos buques. |
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Un experimento que sería factor decisivo en el progreso y desarrollo de las actividades navales de nuestro país, tuvo lugar el histórico 25 de noviembre de 1904 al realizarse exitosamente, por primera vez en Chile, una comunicación inalámbrica a una distancia de 50 millas entre los cruceros “Esmeralda” y “Presidente Errázuriz” de la Armada de Chile en una navegación entre Valparaíso y el Archipiélago de Juan Fernández, actividad que coronó el esfuerzo y entusiasmo con que venían trabajando en este sentido, las tripulaciones de ambos buques. Al cumplirse en la fecha el centésimo quinto aniversario de esta extraordinaria hazaña naval, se recuerda con muestras de admiración a estos pioneros, los que luego de seguir practicando por los alrededores de Juan Fernández, decidieron alejarse a una distancia máxima de 100 millas, obteniendo con esta diligencia un excelente enlace que en esa época revolucionó todo un sistema, siendo recibidos a su arribo a Valparaíso por todas las unidades de la Escuadra, que con banderas y pitos celebraron el magno acontecimiento. El confortante suceso dio inicio a una era descollante en el auge de las telecomunicaciones navales, el que permitió a los buques tener conexión permanente entre sí y con los mandos a través de radioestaciones instaladas a lo largo de nuestro litoral en un esfuerzo supremo que conectó a Chile desde Arica a Punta Arenas, pasando posteriormente a los territorios insulares en una época de espectaculares acciones que trajeron bienestar y prosperidad a la Nación. Pero todo no quedó allí. En 1927 ante la necesidad de hacer más expeditos estos servicios entre el Gobierno Central y las regiones apartadas de nuestro país y del extranjero, se creó la Central de Telecomunicaciones Naval de Quinta Normal, que con sus potentes equipos, logró un eficiente enlace entre la zona austral y resto del país hasta 1937, en momentos que se hizo cargo de estas tareas con la colaboración de la Armada , el Servicio de Telégrafo del Estado.
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