Un homenaje a todos los marinos de la Armada de Chile que fueron parte de la tripulación del Crucero Liviano O2 “O”Higgins”, hizo llegar desde Suecia el suboficial ® Julio Aravena Rojas a la “Hermandad del Grillete” donde relata con énfasis la historia de uno de los buques más emblemáticos en la memoria naval de nuestro país.

Un homenaje a todos los marinos de la Armada de Chile que fueron parte de la tripulación del Crucero Liviano O2 “O”Higgins”, hizo llegar desde Suecia el suboficial ® Julio Aravena Rojas a la “Hermandad del Grillete” donde relata con énfasis la historia de uno de los buques más emblemáticos en la memoria naval de nuestro país.

En su narración dice que «el navío de brillante trayectoria en la Marina norteamericana durante la Segunda Guerra Mundial , fue lanzado al agua en el New York Yard el 30 de noviembre de 1936 con el nombre de CL-40 “Brooklyn”, siendo su primer Comandante el Capitán de Navío W.D. Brereton”.

Explica, que durante el Gobierno del Presidente Gabriel González Videla y ante la imperiosa necesidad de reforzar nuestro poder naval y contando con el esfuerzo tesonero del Vicealmirante Inmanuel Holger, el Congreso aprobó la “Ley de Cruceros”, la cual daba recursos a la Armada para adquirir este tipo de unidades navales

Posteriormente dicho oficial, actuando como Jefe de la Misión Naval de Chile en Washington, logró culminar las gestiones de la compra a la Armada de los EE. UU de dos de estas unidades que estaban en venta. Dichos cruceros pasaron a llamarse CL- 02 “O”Higgins” y CL- 03 “Capitán Prat”. Cabe señalar que el O”Higgins” fue transferido oficialmente a la Armada de Chile el 30 de junio de 1951.

Arribó a Valparaíso el 10 de septiembre del mismo año para iniciar en nuestro país, una larga y destacada trayectoria. Fue dado de baja del servicio naval el 27 de septiembre de 1991 y vendido en desuso a Pakistán. El 3 de noviembre de 1992, mientras era remolcado a dicho país, se hundió en gloria y majestad en el Océano Indico, en medio de un violento temporal. Adiós crucero “O”Higgins” “Tu nunca mueres en nuestras vidas que están henchidas de tu vivir”.