El yatista de California que en enero 2007 intentó cruzar el Cabo de Hornos, trae a la memoria la hazaña de Joshua Stocum, primer navegante solitario que dio la vuelta al mundo entre 1895 y 1896. |
Por Eduardo Reyes Frías El yatista de California que en enero 2007 intentó cruzar el cabo de Hornos, trae a la memoria la hazaña de Joshua Stocum, primer navegante solitario que dio la vuelta al mundo entre 1895 y 1896. Era un capitán mercante con una extensa hoja de servicios en veleros y vapores de la época que, en vez de pasar a descanso en tierra firmé, decidió refaccionar el balandro (sloop) Spray de 36 pies de eslora y zarpó de Boston en una inédita empresa transoceánica. La bitácora de navegación publicada en Londres en 1900, supera ampliamente la nomenclatura náutica en su comentario sobre los contactos culturales que estableció en puertos y playas de Sudamérica, Polinesia, Australia, África y el Caribe. Un mérito adicional se disfruta en el estilo narrativo matizado de humorismo antes situaciones difíciles, como el encuentro con una ballena que se rascó el lomo contra el casco de la embarcación en alta mar. Luego de reponer víveres en Río de Janeiro y Buenos Aires, Stocum debió aguantar los ventarroneswilliwaws en el estrecho de Magallanes y repeler ataques de canoeros en los canales fueguinos. Al respecto, dejó constancia de las oportunas advertencias y pertrechos que le había entregado el capitán Samblish (Zambelic) a su paso previo por Punta Arenas. Una alegre estadía en la isla de Juan Fernández, cuya población de 45 habitantes era mayoritariamente infantil, impulsó el rumbo del Spray con 72 días de viaje antes de divisar las islas Marquesas y recalar en Samoa, gobernada por un soberano nativo. En esta larga travesía, las cualidades del balandro para resistir los cambios de temperamento del océano Pacifico fueron equiparadas por su único tripulante que marcó el record de permanecer 20 horas seguidas manejando el velamen y timón en respuesta al viento y al oleaje. Es del caso señalar que en los tres años del crucero alrededor del globo la enfermería flotante sólo registró un problema estomacal con fiebre moderada. Sin licencia médica. Testimonio y homenaje Joshua Slocum recibió muy diversas manifestaciones de admiración y apoyo durante s odisea, desde festejos polinésicos y plegaria religiosa hasta brindis protocolares en navíos de Su Majestad Británica. También intercambió informes profesionales con marinos mercantes de distintas banderas. Un homenaje significativo consistió en la entrega de textos marítimos pertenecientes a Robert Louis Stevenson que le obsequió la viuda del autor de La isla del tesoro. En retribución a las atenciones recibidas. Slocum presentaba charlas ilustrativas de su insólita aventura como Robinson Crusoe oceánico, acogiendo la curiosidad del público por esta experiencia. Hubo escasas reacciones negativas, como la del Presidente Krüger en Sudáfrica, quien sostuvo que era imposible navegar en torno al mundo porque la tierra era plana. De retorno en el Atlántico, frente a Brasil, en mayo de 1898 el balandro cruzó el rumo del acorazado norteamericanoOregon en víspera de una guerra contra España, ante lo cual Slocum levantó la señal Mantengamos protección mutua.. A cambio de cañonazos, una tempestad eléctrica dio la bienvenida al Spray en su acercamiento a la costa de Nueva Cork, donde largó el ancla el 27 de junio de 1898, culminando 46 mil mollas de viaje. No había continentes por descubrir concluye su bitácora- pero se demostró que incluso el mar más violento se puede navegar con una buena embarcación si se respetan las leyes de Neptuno. En noviembre de 2006 el Club de Yates de Quintero dedicó una regata en esa bahía de la región de Valparaíso en recuerdo de ese pionero de la navegación mundial. |